La ciudad de Vigo se enfrenta a un momento decisivo en su historia económica y tecnológica: la transformación digital. Este fenómeno no solo afecta a las grandes corporaciones, sino que también impacta significativamente en pequeñas empresas, emprendedores y la administración pública local.

Uno de los principales desafíos es la digitalización de las pymes, que constituyen la mayoría del tejido empresarial en Vigo. Muchas de estas empresas aún no han adoptado tecnologías digitales de forma efectiva, lo que podría limitar su capacidad para competir en un mercado cada vez más globalizado.

Además, la brecha digital entre generaciones es otro desafío clave. Aunque muchos jóvenes vigueses están altamente digitalizados, una parte significativa de la población mayor de 45 años no posee las habilidades digitales necesarias para aprovechar las oportunidades que ofrece la economía digital.

La administración pública tiene un papel crucial que jugar en este proceso. Debe promover la formación en habilidades digitales en todos los niveles educativos y apoyar a las pymes en su proceso de transformación digital a través de subvenciones, talleres y consultorías especializadas. Además, la mejora de la infraestructura digital de la ciudad, como la ampliación de la red de fibra óptica y la mejora de las conexiones de banda ancha, será fundamental para facilitar este cambio.

Otro sector que se ve particularmente afectado es el turismo, un motor económico clave para Vigo. La digitalización puede potenciar el turismo local mediante la implementación de tecnologías como la realidad aumentada para mejorar la experiencia de los visitantes en sitios históricos y culturales, así como plataformas digitales que ofrezcan experiencias y reservas personalizadas.

El puerto de Vigo también se beneficiará enormemente de la adopción de tecnologías avanzadas como el Internet de las Cosas (IoT) y los sistemas de información geográfica (GIS) para mejorar la eficiencia de las operaciones portuarias y la gestión del tráfico marítimo, lo que a su vez podría mejorar la competitividad del puerto en el ámbito internacional.